En Honduras, de la mano de nuestro socio estratégico, el Instituto de Previsión Militar (IPM), anunciamos una inversión de 23 millones de dólares para los próximos dos años con el objetivo de impulsar el crecimiento y desarrollo del país.

Los fondos de inversión se destinarán a proyectos estratégicos como la ampliación de la capacidad productiva de la planta Piedras Azules, ubicada en Comayagua, la extensión de la granja solar que actualmente opera contiguo a la planta de cemento, la instalación de una nueva granja solar en la operación de Río Blanquito, Choloma, y el fortalecimiento del programa de gestión y coprocesamiento de residuos.

“Esta inversión es un voto de confianza de Argos en Honduras y representa nuestra apuesta por la reactivación económica del país y nuestra firme determinación por contribuir a la consolidación de comunidades prósperas y sostenibles a partir de iniciativas competitivas y con visión. Continuaremos esforzándonos para seguir impulsando el desarrollo de las familias hondureñas a través de la creación de valor social a nivel nacional”, comentó Luis Eduardo Tovar, Director General de Argos Honduras.

La ampliación de la capacidad instalada de la planta Piedras Azules nos permitirá aumentar nuestra producción anual de cemento en un 35 % y es una manera de prepararnos para suplir la demanda acelerada del mercado.

Además, la granja solar en Comayagua, inaugurada en el 2020 y que actualmente consta de 32,160 paneles solares que suplen hasta el 20% de nuestro consumo energético de la planta, aumentará su capacidad para abastecer hasta un 25% de energía, lo que equivale a 5 MW adicionales para un total de 15 MW. En la operación de Río Blanquito, instalaremos una segunda granja solar con una proyección estimada de 1.2 MW con el establecimiento de aproximadamente 2,000 paneles. Todo esto como una manera de reafirmar nuestro compromiso con la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente.

En esta misma línea, destinaremos una parte de la inversión anunciada a fortalecer el programa de coprocesamiento de residuos industriales a través de nuevos equipos e instalaciones para preparar y consumir un Combustible Derivado de Residuos (CDR) con el propósito de lograr al 2030 hasta un 12% de sustitución del combustible fósil. Esto representa para la compañía la reducción de hasta un 14% de las emisiones de CO2 y la contribución con la gestión responsable de más de 5,500 toneladas anuales de residuos sólidos industriales.

Toda esta inversión se ejecutará entre el 2022 y 2023 y generará más de 500 empleos directos que, además, impulsarán las economías locales y propiciarán un futuro más próspero para los hondureños.