En medio de los esfuerzos por reducir la huella de carbono asociada con la industria de la construcción, existe un reconocimiento cada vez mayor de los beneficios de la arquitectura sostenible y regenerativa como medio para reducir las emisiones.
El sector de la construcción es uno de los mayores contaminantes del mundo. Según el “Informe de estado global de edificios y construcción de 2019” publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el sector representa cerca del 40% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero relacionadas con la energía.
A la luz de esto, se ha puesto un mayor énfasis en la arquitectura sostenible en los últimos años.
Aunque las definiciones varían un poco, la arquitectura sostenible generalmente se considera una arquitectura que busca minimizar el impacto ambiental negativo de los edificios. Esto a menudo se logra mediante el uso de materiales ambientalmente sostenibles y de bajas emisiones, así como diseños específicos del sitio que utilizan el entorno natural para mejorar la eficiencia y reducir los costos relacionados con áreas como la iluminación y la calefacción.
Si bien se ha avanzado mucho en la arquitectura sostenible en los últimos años, todavía existe un potencial significativo de mejora.
Según el modelo del Panel Internacional de Recursos del PNUMA, las emisiones del ciclo de materiales de los edificios residenciales en el G7 y China podrían reducirse en al menos un 80% para 2050.
Esto podría lograrse a través de una serie de estrategias de eficiencia de materiales, como construir con menos componentes o componentes alternativos, o reciclar más materiales de construcción.
Arquitectura sostenible en mercados emergentes
Algunos mercados emergentes están tomando la delantera en lo que respecta a la arquitectura sostenible, a menudo mediante la incorporación de diseños y materiales tradicionales en la construcción.
Por ejemplo, en marzo, Diébédo Francis Kéré, un arquitecto de Burkina Faso, se convirtió en el primer africano en recibir el Premio Pritzker, ampliamente considerado como el premio de arquitectura más prestigioso del mundo, por su trabajo en el diseño de edificios sostenibles en África.
A través de la revisión y modernización de las técnicas de construcción tradicionales, los edificios de Kéré se integran en el entorno natural para mejorar su eficacia en términos de luz, calefacción y refrigeración y, por lo tanto, son más eficientes energéticamente.
Su primer gran proyecto, una escuela de una sola planta en su pueblo natal de Gando en Burkina Faso, presenta un sistema de luz filtrada que permite la entrada de luz natural al edificio mientras mantiene fresco el interior.
Desde entonces, ha diseñado escuelas, centros de salud, salones de actos y otros edificios públicos en Benín, Malí, Togo, Kenia, Mozambique y Sudán. Kéré trabaja en estrecha colaboración con constructores locales que utilizan métodos de construcción autóctonos de baja tecnología y materiales disponibles localmente.
Mientras tanto, como ha informado OBG, en Egipto, la empresa local de diseño y construcción Hand Over ha sido pionera en los últimos años en la construcción sostenible.
Utilizando una técnica conocida como “construcción con tierra apisonada”, que utiliza materiales ecológicos como grava, barro y arena, además de una pequeña cantidad de cemento, la empresa ha construido una serie de viviendas y proyectos de construcción sostenibles en todo el país.
Se ha demostrado que la técnica reduce el calor y la humedad en un edificio, lo que lleva a una reducción estimada del 30% en las emisiones de carbono gracias a un menor uso de energía.
Por otra parte, en un ejemplo de desarrollo de infraestructura sostenible a gran escala, Qatar planea albergar la Copa Mundial de la FIFA 2022 en noviembre y diciembre como un evento neutral en carbono, lo que significa que toda la infraestructura, incluidos los estadios del torneo, cumplirá con los puntos de referencia de sostenibilidad.
Las innovaciones incluyen el uso de materiales reciclados durante la construcción y la implementación de una serie de soluciones de ahorro de agua y energía.
El país también ha construido el primer estadio completamente desmontable en la historia de la Copa del Mundo: el Estadio 974 en Ras Abu Aboud está hecho de contenedores de envío modulares y se reutilizará en una variedad de instalaciones deportivas después del torneo.
En total, Qatar dice que los estadios del torneo serán un 30% más eficientes que los puntos de referencia internacionales mediante el uso de características de eficiencia energética como aislamiento grueso, refrigeración y ventilación eficientes, iluminación LED y sistemas de control de edificios.
También se espera que los organizadores utilicen un 40 % menos de agua que los puntos de referencia internacionales. Por ejemplo, el vapor de agua recolectado del sistema de enfriamiento se usará para el riego, mientras que se implementaron accesorios que ahorran agua en lavabos, duchas e inodoros.
Arquitectura regenerativa
En los últimos tiempos también se ha discutido en torno a los beneficios de la arquitectura regenerativa.
La arquitectura regenerativa se refiere al diseño de edificios que revierten el daño y tienen un impacto neto positivo en el medio ambiente.
Un ejemplo es la Escuela Primaria Ilima en Tshuapa en la República Democrática del Congo. Ubicada entre las tierras de cultivo y la selva, la escuela fue diseñada para actuar como un puente entre los dos paisajes.
La escuela, que consta de tejas personalizadas, ladrillos de barro y vigas hechas con materiales locales, también cuenta con enredaderas tejidas y teñidas que crecen alrededor del edificio para mantener fresco el interior.
La construcción de la escuela emitió 307 toneladas de carbono menos que el promedio mundial de escuelas del mismo tamaño.
La Instalación Piloto del Proyecto Forestal del Sáhara en Qatar es otro ejemplo de arquitectura regenerativa. Desde que comenzó la construcción en 2012, el invernadero refrigerado por agua salada ha atraído a una serie de pájaros, saltamontes, mariposas y roedores en un área que alguna vez fue un desierto árido.
