Como estudiamos en el segundo reto del curso anual de conducta, El Poder de tu Decisión, en nuestro día a día podemos enfrentarnos a decisiones individuales en las que nuestros intereses personales o familiares quizás no coincidan con los objetivos de la compañía. Por esto, resulta necesario que antes de tomar decisiones individuales, en el desarrollo de nuestras funciones, pensemos en las consecuencias que estas pueden tener en el logro de nuestro propósito superior. Para revisar nuevamente el reto accede aquí

Es posible que nos enfrentemos a decisiones que podrían representar beneficios para nosotros o nuestra familia como, por ejemplo, el uso de las tarjetas de crédito o viáticos para gastos personales, la contratación de un amigo o un familiar y la recepción de dádivas o regalos a cambio de favorecer un determinado proveedor. Pero, ¿qué pasaría si basáramos nuestras decisiones únicamente en nuestros intereses?

Es probable que nuestra decisión represente beneficios personales, pero impacte el desempeño de la compañía y obstaculice el logro de nuestros objetivos comunes. Por esto, es esencial que en nuestras decisiones siempre tengamos presente el propósito superior de la organización y lo antepongamos a la consecución de beneficios personales indebidos. Igualmente, es fundamental que cuando estemos frente a situaciones que representen conflictos de interés, las declaremos oportunamente y nos abstengamos de participar en aquellas decisiones frente a las cuales no seríamos imparciales.

Para conocer otras pautas que nos ayudarán a tomar decisiones útiles para garantizar la honestidad y confianza, te invitamos a realizar el curso virtual anual de conducta, El Poder de Tu Decisión. Recuerda que el curso se encuentra disponible en tu ruta de aprendizaje, en Success Factors.