A veces, una sola letra es capaz de representar todo un concepto. Esto ocurre con la ‘m’, que en este proyecto diseñado por el arquitecto y artista Michael Jantzen se convierte en sinónimo de modularidad en este proyecto vintage. La M-house no es precisamente un proyecto actual, de hecho, fue concebida hace 24 años como una pequeña casa de vacaciones con capacidad para dos personas en el sur de California.
Los principios sobre los que se sustentan son prefabricación, modularidad y autosuficiencia. La M-house es uno de los cuatro diseños que conforman la serie M-viroments. Todos tienen en común que están hechos de una amplia variedad de componentes manipulables que se pueden conectar de muchas formas diferentes a una matriz de marcos de soporte modulares.
La serie nació vinculada a las exploraciones personales de Jantzen sobre la reinvención de la arquitectura, específicamente la arquitectura prefabricada. “Quería crear un sistema prefabricado con mucha flexibilidad en términos de modularidad. El objetivo era inventar un sistema de componentes, hechos de una variedad de materiales, que pudieran ensamblarse y desmontarse muchas veces en diferentes tamaños y formas, acomodando diversas funciones”, afirma.
Jantzen también quería crear un sistema prefabricado que fusionara el arte y la arquitectura en una serie de estructuras estéticamente emocionante. Las estructuras también debían tener el potencial de ser tan ecológicas como fuera posible y fácilmente adaptables al uso de sistemas de energía alternativos como la eólica y la solar.
La versión final de la M-house constaba de un juego de piezas hechas principalmente de acero pintado y paneles compuestos de hormigón hechos de cemento y fibra de madera. Estos materiales fueron seleccionados por su resistencia al fuego para construir el primer prototipo, ya que iba a ser ensamblado en la propiedad que poseía el arquitecto en las colinas cubiertas de hierba del sur de California.
Toda la estructura se asienta sobre un marco de acero atornillado equipado con patas de soporte autonivelantes, unidas a almohadillas para los pies que estaban ancladas al suelo. Había una matriz de tubos cuadrados de acero que formaban siete grandes cubos abiertos, que se atornillaban a las patas de apoyo.
Algunos de los paneles compuestos de hormigón se unieron al marco de acero como piso. En cambio, otros se unieron a marcos de soporte de acero secundarios, que se conectaron a algunos de los cubos con bisagras de pasador sueltas. Se utilizaron bisagras de pasador suelto para poder quitarlas fácilmente a otras partes de los cubos de soporte abiertos o plegarlas de diferentes maneras para cambiar la forma de la estructura a fin de adaptarse a las necesidades cambiantes de los habitantes.
Los paneles con bisagras formaban espacios exteriores al aire libre alrededor de un núcleo central de espacios cerrados interiores. Esos espacios cerrados se formaron con paneles de acero pintado con aislamiento que se atornillaron en algunos de los cubos del marco de soporte abierto. Algunos de esos paneles aislados contenían ventanas, puertas, cableado y plomería de vidrio.