Implementar OKRs en toda la empresa

Los OKRs pueden guiar el rendimiento alineándolo con los objetivos más amplios de la empresa. Establezca los OKRs de la empresa en la C-suite basándose en lo que los líderes quieren que la empresa vaya. A partir de ahí, con una hoja de ruta completa, cada departamento, equipo e individuo establece sus propios objetivos que impulsan el negocio en la dirección correcta.

El proceso de OKR ayuda a los empleados a ver cómo impulsan los resultados de la empresa, y ese sentido de propósito puede aumentar el compromiso de los empleados.

El proceso de OKR ayuda a los empleados a ver cómo impulsan los resultados del negocio, y ese sentido de propósito puede aumentar el compromiso de los empleados.

Practicar el establecimiento de objetivos ágiles

La agilidad es la clave para impulsar los resultados empresariales en un entorno empresarial caótico y es una clara ventaja de la gestión moderna del rendimiento. Dado que las conversaciones sobre el rendimiento se producen directamente en el flujo de trabajo, los empleados pueden cambiar sus prioridades según sea necesario.

La agilidad es esencial durante el proceso de fijación de objetivos. Mantenga sus objetivos flexibles para adaptarse a los cambios en el entorno empresarial. Vuelva a sus objetivos cada trimestre para decidir si sigue en la dirección deseada mientras el mundo evoluciona a su alrededor.

Proporcione información en tiempo real

Los empleados necesitan comentarios regularmente, idealmente en tiempo real y dentro del flujo de trabajo. Los canales de comunicación abiertos pueden ayudar a los directivos y a los empleados a mantenerse en contacto durante las horas de trabajo y a proporcionar retroalimentación sobre los resultados según sea necesario.

Forme a los directivos para que estén más atentos a las necesidades de los empleados durante la jornada laboral. Los directivos deben ser más intencionados a la hora de proporcionar feedback a los empleados, especialmente en escenarios de trabajo remoto.

Pero tenga cuidado: Demasiada información puede abrumar a los empleados. Hay que ayudar a los directivos a encontrar el equilibrio adecuado y a priorizar la información más útil y práctica. Una buena retroalimentación debe incluir elogios a los puntos fuertes de los empleados, críticas constructivas suaves y sugerencias para mejorar los puntos débiles.

Para que sea eficaz, este tipo de feedback debe provenir de un lugar de confianza. Si los empleados no sienten que los directivos tienen en cuenta sus mejores intereses, pueden empezar a sentirse atacados o menospreciados.

Incorpore el desarrollo profesional y la formación

Dado que la capacitación del rendimiento mira hacia el futuro, da prioridad al aprendizaje continuo de los miembros del equipo. Haz que los directivos y sus subordinados trabajen juntos para identificar los objetivos de aprendizaje de cada empleado para el trimestre. Asegúrate de que todos los directivos conocen los recursos de aprendizaje de la empresa, como los sistemas de gestión del aprendizaje, las suscripciones a cursos o los reembolsos por aprendizaje.

Reconozca los logros del rendimiento diario

Las nuevas tendencias en la gestión del rendimiento se basan en la mejora de la comunicación, incluido un mejor reconocimiento del rendimiento. Los directivos deben perfeccionar sus habilidades interpersonales para reconocer y agradecer cuando los miembros del equipo completan tareas que impulsan el negocio o amplían sus capacidades.

De voz a los empleados como evaluadores

La gestión moderna del rendimiento incorpora a los miembros del equipo al proceso como colaboradores. En lugar de limitarse a recibir órdenes, también deben tener la oportunidad de expresar sus opiniones.