Como parte del compromiso de la Fundación Grupo Argos de impulsar procesos de transformación territorial en las diferentes regiones del país, este fin de semana llevamos a cabo la jornada de voluntariado Vamos Barú en el que participaron 80 voluntarios del Grupo Empresarial Argos en cinco frentes de trabajo que beneficiarán en el largo plazo a más de 12.000 habitantes de Barú.

Entre las actividades que realizamos estuvo la siembra de más de 3.000 plántulas de manglar y adecuaciones a la infraestructura del vivero comunitario, limpieza y mejoramiento del hogar para adultos mayores, de la calle de los herederos en Santa Ana, el punto de reciclaje y la Institución Educativa de Ararca. Durante la jornada también desarrollamos talleres de formación para fortalecer el empoderamiento, el sentido de pertenencia y el emprendimiento de la comunidad.

“Estamos trabajando por la transformación social y ambiental positiva de Barú, una región rica en diversidad y cultura, en la que hemos construido relaciones de confianza con la comunidad para impulsar proyectos que generan valor y que ahora también involucran a nuestros colaboradores. Nuestra organización, además, está impulsando el desarrollo de este territorio desde la perspectiva económica y de generación de empleo con su Negocio de Desarrollo Urbano que ha generado grandes proyectos que han traído bienestar a la región”. María Camila Villegas, directora operativa Fundación Grupo Argos.

“Esta es la primera vez que se ve algo así en nuestra comunidad y que trabajamos en conjunto la empresa y la comunidad de esta manera. Para nosotros es muy importante porque como comunidad nos apropiamos que de los procesos de transformación de nuestro territorio”. Karelis Moreis, secretaria del Consejo Comunitario de Ararca, Barú.

Con esta jornada de voluntariado, que se realizó entre el jueves 18 y el domingo 21 de agosto, movilizamos 180 personas entre colaboradores, aliados y habitantes de Barú. Para esta iniciativa nuestraa Fundación Grupo Argos contó con la Fundación ANDI como aliado estratégico para implementar el modelo de intervención que parte de la empatía y el respeto para generar experiencias enriquecedoras tanto para las comunidades como para los voluntarios, a la vez que permite estrechar lazos entorno a la construcción de una sociedad más incluyente y reconciliada.