El COVID-19 forma parte de nuestras vidas desde hace poco más de un año; nuestra familiaridad con este virus nos ha hecho bajar la guardia. Muchos de nosotros nos hemos relajado en lo que respecta a las medidas de seguridad necesarias para mantenernos a salvo y a los que nos rodean. Por desgracia, todavía hay mucho que no sabemos sobre el virus, y cada día surgen nuevas amenazas.
Según los CDC y la Clínica Mayo, actualmente hay tres nuevas variantes del virus (SARS-CoV-2) que causan la enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) que están creando preocupación. Estas variantes parecen propagarse más fácil y rápidamente entre las personas, causando más infecciones con el virus COVID-19. Las tres variantes se han identificado ahora en los Estados Unidos, así como en muchos otros países.
Las variantes son:
- Una variante de COVID-19 (B.1.1.7) identificada en el Reino Unido con 23 mutaciones. Varias de estas mutaciones se encuentran en la proteína S en forma de espiga que el virus utiliza para adherirse a la superficie de las células humanas. Esta variante podría estar asociada a un mayor riesgo de muerte en comparación con otras, pero es necesario seguir investigando.
- La variante (B.1.351) se ha identificado en Sudáfrica. Esta presenta múltiples mutaciones en la proteína S. No hay pruebas de que cause una enfermedad más grave debido a la COVID-19.
- Se identificó la (P.1) una variante en Brasil, que tiene 17 mutaciones, incluyendo 3 en la proteína S. Algunas evidencias sugieren que esta podría ser menos vulnerable a los anticuerpos generados por una infección previa de COVID-19 o por la vacuna.
Por estas y muchas otras razones, se deben tomar precauciones para que estar lo más seguros posible.
Cubir la boca y la nariz con una mascarilla cuando se esté cerca de personas que no vivan en el hogar. Las mascarillas funcionan mejor cuando todos llevan una.
Mantenerse al menos a 1,80 metros (unos dos brazos de distancia) de los demás.
Evitar las multitudes. Entre más contacto que tenga con las personas, más probable es la exposición al COVID-19.
Evitar los espacios interiores, sin ventilación. Y si se está en el interior, hacer entrar aire fresco abriendo las ventanas y las puertas.
Lavarse las manos con frecuencia, ya sea con agua y jabón durante 20 segundos o con un desinfectante de manos que contenga al menos un 60% de alcohol.
Evitar el contacto con personas enfermas.
Cubrirse la boca al toser o estornudar con un pañuelo de papel y tirarlo a la basura.
Limpiar y desinfectar diariamente los objetos y superficies que se tocan con frecuencia.
¡No bajes la guardia! ¡Mantente a salvo!