La definición de nuestro presupuesto anual para 2025 debe estar lista para la tercera semana de septiembre. Por ello, te invitamos a abordar este proceso de manera planificada y oportuna, con la meta de que sea lo suficientemente retador y ambicioso para impulsarnos, pero también realista para asegurar su cumplimiento.
La elaboración de nuestro presupuesto anual es un proceso crucial para alinear nuestros recursos financieros con la estrategia de la organización. Este ejercicio no solo nos permite proyectar los ingresos y gastos para el próximo año, sino que también asegura que cada acción y decisión esté en línea con los objetivos estratégicos que nos hemos propuesto.
El presupuesto no es solo una previsión financiera, sino una herramienta estratégica que refleja el resultado de nuestras acciones y metas. Nos permite anticiparnos a los desafíos potenciales y encontrar soluciones proactivas. Además, incluye partidas estratégicas que podemos utilizar para enfrentar eventualidades o adelantar iniciativas. Si no se requiere su uso, estas partidas actúan como un seguro (buffer), brindándonos protección frente a la incertidumbre.
Este ejercicio debe reflejar nuestra estrategia en todas sus dimensiones: mezcla de productos, crecimiento, precios, distribución, priorización de regiones y configuración logística. En esencia, el presupuesto es un resumen de nuestro plan de negocios, diseñado para que lo cumplamos e incluso lo superemos.
“El presupuesto es el reflejo de nuestras acciones y objetivos, y nos permite anticipar retos y preparar soluciones. También incluye partidas estratégicas que, si no se utilizan, actuarán como un seguro ante la incertidumbre. Recuerden que este ejercicio es crucial para la ejecución efectiva de nuestra estrategia, invitándonos a comportarnos como dueños y a hacernos responsables de las metas y los recursos necesarios para lograrlas”. Carlos Angarita, Gerente de Negocio Guatemala.