Una línea de casi tres kilómetros de longitud que parte desde la estación Acevedo del Metro y recorre cuatro estaciones por las empinadas lomas del sector noroccidental de Medellín, con 138 cabinas, conforma el nuevo metrocable El Picacho, el cual conecta a los habitantes de las comunas 5 y 6 de la ciudad y beneficia a más de 420.000 personas. 

El nuevo metrocable tiene la capacidad de movilizar a 4.000 personas por hora/sentido, en cabinas diseñadas para 12 pasajeros (10 sentados y dos de pie).

“Es una cabina de diseño francés que cumple con todos los estándares internacionales y que cuenta con el nivel de seguridad requerido para poder movilizar a las personas en la parte occidental de la ciudad”, explica Renaud Gorria, gerente de POMA, empresa constructora del sistema.

El profesional destaca dos componentes fundamentales en la construcción del nuevo metrocable El Picacho. De un lado, la tecnología nacional que posibilitó la construcción de las torres, estructuras metálicas y de las estaciones. Un segundo componente tiene que ver con todo el sistema eléctrico y electrónico, el cual fue importado desde las fábricas de POMA en Europa.

Un sistema innovador

Además de las cabinas, el nuevo metrocable cuenta con tecnología que ofrece algunas ventajas con respecto a los sistemas anteriores. Una de ellas es el motor de arranque directo, que permite tener máxima seguridad.

Otro detalle en su construcción es el del cable principal, que tiene un diámetro de 56 milímetros, convirtiéndose en el más grueso de todos los metrocables de la ciudad.

Adicionalmente, cuenta con inclusiones de plástico en los tornes, lo que permite bajar las vibraciones, el desgaste y el ruido.

A estas innovaciones tecnológicas se le suman los retos constructivos de las estaciones. Uno de los principales tuvo que ver con la construcción de la estación de retorno El Progreso, ubicada en el sector del Picacho. Dada su altura y las condiciones del terreno, fue necesario reforzar su fundación con una serie de pilotes profundos para asegurar su resistencia.

Para lograrlo, nuestra compañía suministró concretos de alta resistencia con los que se ejecutaron todas las fundaciones y bases de las torres, así como las plataformas de las cuatro estaciones.

En total son 29 torres las que sostienen las cabinas, con apoyos reforzados, para lo que ofrecimos un suministro permanente de material, desde mediados de 2018 hasta la finalización de la obra en 2021.

“El metrocable Picacho implicó varios retos constructivos para Argos. Uno de ellos tuvo que ver con la parte logística porque no queríamos impactar un sistema tan importante como el Metro, lo que implicaba que nuestros vaciados estuvieran alineados con sus horarios de funcionamiento”, explica Ángela Ortega, gerente comercial del Negocio Industrial.

Para lograrlo, fue necesario hacer vaciados nocturnos que tuvieran en cuenta la logística necesaria para garantizar el cien por ciento del suministro, velando por el cumplimiento de la operación en las condiciones requeridas por el cliente.

“En Argos buscamos permanentemente construir país, hacer un desarrollo sostenible y una ciudad más equitativa, y creemos que con el metrocable Picacho lo estamos logrando”, afirmó Ángela.

Ahora, las comunidades del sector noroccidental de Medellín incorporan a sus vidas este sistema de transporte que se traduce en ahorros de tiempo y dinero y que, además, les aporta un ambiente más limpio y mejores condiciones de vida para toda la comunidad.

Conoce más detalles sobre la obra en el siguiente video: