Recientemente, visitamos la Asociación de Ciegos de Puerto Rico, un encuentro en el que conocimos sus instalaciones y aprendimos sobre el impacto de la tecnología adaptable en la vida de sus más de 30 miembros, quienes se reúnen los martes y jueves para interactuar, aprender y disfrutar de servicios como el uso de computadores adaptables que apoyan sus necesidades diarias y entretenimiento. Comprometidos e inspirados por la inclusión y la dedicación del equipo que allí trabaja, donamos baterías de respaldo para los computadores y así garantizar la continuidad de estas herramientas esenciales para ellos.
En Puerto Rico, el 6.2 % de la población, unas 214,243 personas, enfrenta discapacidades visuales severas o ceguera, según el Negociado del Censo de los Estados Unidos. Este dato subraya la importancia de fomentar iniciativas que promuevan la accesibilidad y la inclusión en nuestras comunidades.