El calentamiento de los océanos es consecuencia de diversas actividades antropogénicas asociadas a la quema de combustibles fósiles, tala de árboles, sobrepoblación y otras actividades que han incrementado la emisión de CO2 a la atmósfera el cual atrapa el calor.
Los océanos han absorbido más del 90% del calor que ha sido atrapado por el CO2 en la atmósfera lo cual ha dejado en evidencia el brusco e inesperado aumento de las temperaturas, ya que estos se están calentando un 24% más rápido con probabilidad que a futuro este número aumente. Esta situación perjudica principalmente la vida marina, ocasionando fenómenos meteorológicos más extremos y una elevación del nivel del mar.
Las aguas superficiales oceánicas están sometidas a mayores temperaturas, afectando la biota marina donde habitan especies como arrecifes de coral, plancton, peces y ballenas que son sensibles a cambios de temperatura, ocasionando pérdida de la biodiversidad.